Desde sus orígenes, el Instituto Potosino de Bellas Artes ha convocado y creado lazos profundos entre las diversas manifestaciones del arte que ahí se dan cita; su nacimiento es, a semejanza de las Bauhaus creadas en Alemania a principios del siglo XX, un espacio que busca no una enseñanza, sino una mística. El IPBA desde su concepción, fue pensado para hermanar todas las vertientes del fenómeno estético en un solo lugar.
En 1954 el presidente Adolfo Ruiz Cortines y el director general del Instituto Nacional de Bellas Artes, Manuel Álvarez Acosta, idearon un proyecto que ofreciera una formación artística sistematizada, con presencia de docentes de alto perfil artístico a semejanza de misioneros que, mediante cortas estancias, servirían de enlace entre el centro artístico de México y los alumnos de ciudades específicas en el territorio nacional. Este proyecto se materializó en los Institutos Regionales de Bellas Artes establecidos por toda la geografía nacional, desde Tecate a Orizaba, de Mazatlán a Tampico y, en situación privilegiada, San Luis Potosí como centro destacado.
Fundado el 1 de julio de 1955, el Instituto Potosino de Bellas Artes, tuvo su primera sede en uno de los edificios más emblemáticos del centro histórico: las antiguas instalaciones del Banco de San Luis. Ahí con la privilegiada vista a la Plaza de Armas, “Bellas Artes”, como se le comenzó a decir cotidianamente al Instituto. Así, la capital potosina encontró, en este centro formativo, la esperada conclusión de un sueño cultural: la profesionalización en el arte.
Luego de la administración de Jesús Mejía Viadero y María del Rosario Oyarzun, se estableció en San Luis para hacerse cargo de la cátedra de pintura, el que sería su tercer director por más de treinta años: el Mtro. Raúl Gamboa Cantón. En su administración pugnó por tener un espacio amplio y propio para las actividades cada vez más abundantes del IPBA, que reunía, ya para ese entonces, cerca de treinta maestros y alrededor de doscientos alumnos. El espacio, en ese momento rebasado, obligó a iniciar el proyecto de construcción del actual edificio, inaugurado formalmente el 25 de abril de 1971, con el nombre de Julián Carrillo del IPBA.
A seis décadas de fundado, el Instituto Potosino de Bellas Artes, representa fielmente la tradición y la modernidad, el pasado y el presente, desde sus instalaciones pensadas como un edificio moderno y funcional que aloja las más profundas manifestaciones del arte, o desde los amplios espacios para danza, hasta los minúsculos cuartos oscuros de fotografía, la luminosa galería y sus cubículos musicales, Bellas Artes es y ha sido para la capital de San Luis Potosí, mística, encuentro, diálogo, trascendencia.